BAUTISMO DEL SEÑOR

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

Bautismo del Señor, esc. Novgorod1

Bautismo del Señor, esc. Novgorod1

Vamos a contemplar este bello y antiguo icono ruso de la escuela de Novgorod, (s. XVI). La ventaja de cualquier icono es que nos ayuda a meditar, a contemplar, no sólo escuchando o leyendo, sino también a través del sentido de la vista. En el icono podemos leer los símbolos en la pintura del icono y trasladarnos por la belleza de ellos y sus colores al mundo trascendental del misterio, a la vida mística. “El icono lo recoge todo en una síntesis de símbolos y colores”[1].

El icono nos habla a través de sus símbolos y colores que Jesús viene hacia nosotros para salvarnos, se hace uno de nosotros y nos hace participar, -como miembros de su Cuerpo- de su Luz divina, de su limpieza, de su santidad. La alegría de su luz y salvación inunda toda la creación en el icono. En el pesebre se encarnó y aquí, a través de su Bautismo, comunica a todo su cuerpo místico, que somos los bautizados, su Vida divina.

Dice San Proclo de Constantinopla: “En la anterior solemnidad del nacimiento del Salvador se alegraba la tierra, porque llevaba al Señor en un pesebre; pero en este día de las Teofanías también el mar salta de gozo y se regocija alborozadamente; se regocija porque recibe en pleno Jordán la bendición santificadora”.

En el icono del Bautismo del Señor, llamado también por los orientales Santa Teofanía, en primer lugar se destaca la escena del río Jordán en donde entra Cristo el Señor para ser bautizado. Y en segundo lugar San Juan Bautista, el Precursor. Un tercer elemento es el Espíritu Santo en forma de Paloma “que se posa sobre Jesús, los cielos que se rasgan, la voz del Padre que se hace oír ahora, -como se hará oír también en la Transfiguración”[2].

Pero también toda la creación rebosa de alegría, porque se renueva y purifica todo. Lo dice bellamente San Proclo: “contemplad estas nuevas y estupendas maravillas: el sol de justicia se baña en el Jordán, el fuego se sumerge en el agua, Dios es santificado por ministerio de un hombre. Hoy toda la creación prorrumpe en este himno: Bendito el que viene en nombre del Señor”.

En el bautismo hace participar pletóricamente a todos los miembros de este nuevo diluvio, que es el diluvio de la nueva creación. Así lo expresa San Proclo: (…) “Considerad este admirable y nuevo diluvio, superior en todo al que tuvo lugar en tiempos de Noé. Porque entonces el agua del diluvio destruyó al género humano; mas ahora el agua del bautismo, con la eficacia que Cristo le comunica al ser él bautizado, retorna los muertos a la vida. Entonces una paloma, llevando en su boca un ramo de olivo, designaba la fragancia del olor de Cristo Señor; pero ahora el Espíritu Santo, al venir en forma de paloma, pone de manifiesto al mismo Señor de la misericordia”[3].

Además de los elementos cósmicos que participan de modo figurativo en el Bautismo del Señor, lo central es la manifestación de la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. “Por eso esta fiesta se llama en Oriente Teofanía y puede ser llamada también Epifanía, pero teniendo en cuenta que la referencia primordial no es la adoración de los magos, … sino esta especial manifestación de Jesús, y en él de la Trinidad, en el momento del Bautismo”[4].

El Padre. Desde el Padre baja un rayo de luz que termina en la paloma. Es el Dios Creador y el Padre que revela a Cristo como su Hijo amado.

Icono actual del Bautismo del Señor realizado por el iconógrafo chileno Gerardo Centeno. Iglesia Ortodoxa de Chile.

Icono actual del Bautismo del Señor realizado por el iconógrafo chileno Gerardo Centeno. Iglesia Ortodoxa de Chile.

El Hijo. “Jesús aparece en el centro del icono, cubierto por las aguas del río Jordán. Su cuerpo, totalmente desnudo, nos presenta la realidad de la Encarnación, la verdad de su carne, su condición humana, mortal como la nuestra”[5]. Pero se acerca a nosotros para salvarnos, para bañarnos. “En él los pecados serán perdonados; la humanidad será redimida. Pero este Bautismo es anuncio y profecía del verdadero Bautismo que es la pasión y la muerte, la inmersión en el límite de la condición mortal, para devolvernos la vida”[6]. Este acercamiento de Jesús a la humanidad, este revestirse de nuestra carne de pecado nos hace casi palpar, de modo más, el amor con que nos ama el Señor. Es él que se acerca a los pecadores para labar en él los pecados de ellos.

El Espíritu Santo. Es la nueva Creación: el Espíritu aletea sobre esta nueva creación, la Redención del género humano, para comunicar la Vida nueva de la gracia. El Espíritu es la fuente del agua que salta hasta la Vida eterna, que vivifica; es la chispa y origen del fuego que purifica y santifica. Aquí, como en Pentecostés, es el Señor y dador de vida.

San Juan Bautista, el Precursor, o como les gusta llamarlo en el mundo oriental: el Pródromos. Su misión es hacer que Jesús crezca y él disminuya. Es la misión de todo consagrado, pero porque no, también de todo bautizado: “que Él crezca”, que Él crezca en mi y que yo disminuya… Con el Bautismo nos devuelve Dios la imagen que habíamos perdido; con el Bautismo nos hacemos semejantes a Cristo, somos hijos en el Hijo. O también como dice San Pablo: “Ya no soy yo, es Cristo quien vive en mi”. (Gal 2, 20).

 

 

 

 

[1] J. C. CERVERA, OCD, Oración ante los iconos, Los misterios de Cristo en el año litúrgico, Centre de Pastoral Litúrgica, Rivadeneyra, 6,7 – 08002, Barcelona, 79.

[2] J. C. CERVERA, OCD. Oración ante los iconos,… 79.

[3] De las Disertaciones de san Proclo de Constantinopla, obispo
(Disertación 7, En la santa Teofanía, 1-3: PG 65, 758-759).
[4] J. C. CERVERA, OCD. Oración ante los iconos,…81.

[5] J. C. CERVERA, OCD. Oración…, 82.

[6] J. C. CERVERA, OCD. Oración…, 82.

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4 comentarios

  1. Escuela de Arte Sagrado San Lucas. Hna. Elisabet Ángel

    Me llegan al Alma.
    Gracias por compartir LA BELLEZA del los Iconos

    • Querida Hermana, gracias por compartir una Belleza tan trascendental, que introduce al alma en la beatitud del Misterio. Verdaderamente, como Ud. sabe, el icono nos prepara para la contemplación definitiva de Dios, “cara a cara” en el cielo.
      FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN…!!!
      P. Agustín

  2. Felipe Ruiz Ibáñez

    Me gustó la relación del icono antiguo y el icono moderno en Chile :). Iré uno de estos días a ver el icono chileno. Muchas gracias por la información!.

    • Vale la pena conocer el bellísimo icono del Maestro Centeno, y si tiene la oportunidad, también vale la pena conversar con él, lo atenderá con mucha gentileza. Verdaderamente los iconos alegran nuestra vida, porque son la ventana para el Misterio.
      FELICES PASCUAS…!!!

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